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Menos consumo, menos residuo, máxima protección.
Menos, es más. Los productos IRMCO, al contrario que ocurre con los lubricantes minerales, alcanzan su punto máximo de lubricación con el incremento de temperatura. Este hecho nos permite reducir la cantidad de producto a aplicar sobre el metal, lo que minimiza la cantidad de residuo superficial en la pieza acabada. Debido a sus propiedades químicas, la protección a la oxidación es excelente, obteniendo unos acabados superficiales sin marcas ni oxidaciones.